Que fácil parece a veces enamorarse.



sábado, 30 de junio de 2012

Estoy recuperándome de ti.

Porque hay tantas cosas que decir, tantas que nos callamos, que no tenemos esa fuerza que nos falta por el simple hecho de tener miedo. Porque hay veces que esa fuerza no la encontremos jamás y haya que aprender a callar, a guardar ese secreto que sólo sabemos nosotros. Que después de mucho tiempo ya es hora de que esto acabe, y desde luego va a acabar, no quiero perderte y lo siento mucho si te gusta o no pero todo va a cambiar.

viernes, 29 de junio de 2012

Ágamos un pacto.

Es fácil, sólo tienes que cumplir una parte, vete, vete muy lejos, olvidate de mi lo antes posible y cuando vuelvas verás que las cosas son muy diferentes, verás que habremos cambiado, y eso espero, que cambiemos.

miércoles, 27 de junio de 2012

Justo ese momento en el que...

...estás tan cerca, que lo borroso se ve nítido.

Eres toda mi vida.



Que me conozcas y que te enamores de mi.

martes, 26 de junio de 2012

Él.

Nos reímos. Y seguimos riéndonos así. Hablando sin saber muy bien de qué ni por qué. Después decidimos colgar, prometiendo que nos llamaremos mañana. Es una promesa inútil: lo hubiéramos hecho de todos modos. Cuando pierdes tiempo al teléfono, cuando los minutos pasan sin que te des cuenta, cuando las palabras no tienen sentido, cuando piensas que si alguien te escuchara creería que estás loca  cuando ninguno de los dos tiene ganas de colgar, cuando después de que él ha colgado compruebas que lo haya hecho de verdad, entonces estás perdida. O mejor dicho, estás enamorada, lo que, en realidad, es un poco de lo mismo...

viernes, 8 de junio de 2012

Sólo se que me perdí.

Y es perderme cada vez que te miro, que me miras, me sonries, me abrazas, me acaricias. Cada vez que estás conmigo o que no lo estás, porque tú haces que me pierda, que no sepa reaccionar. Que cada vez que me hables me quede sin respiración. Pero sólo eres tú el que me hace daño, el que me hace creer que vale la pena intentarlo de nuevo, por muchas veces que haya fallado, porque eres ese piedrón con el que tanto tropiezo.